Nos guste o no el otoño ha llegado y con él las inclemencias temporales. Hoy os traemos una serie de factores a tener en cuenta cuando tenemos que conducir con viento fuerte. Solemos citar la lluvia, la niebla o la nieve como los efectos meteorológicos que afectan a la seguridad vial pero no nos debemos de olvidar del viento fuerte que también hará que tengamos que adaptar nuestra conducción.
De hecho, fenómenos como la lluvia o la niebla son más predecibles y ya puedes salir a la carretera preparado pero el viento nos puede pillar por sorpresa
Vamos a ver cómo se debe de conducir con viento fuerte
Reduce la velocidad
Cuando las condiciones meteorológicas se vuelven adversas es imprescindible adaptar nuestra velocidad. Venga de donde venga el viento, la primera medida es reducir la velocidad, ya que el propio peso del coche, permitirá tener mejor agarre en la carretera.
El gran peligro de combinar velocidad y viento reside en que una ráfaga de viento lateral puede hacer que nuestro coche se desvíe de su trayectoria, y a mayor velocidad, el empuje del viento hará que nos desviemos aún más de nuestra trayectoria. Se aconsejan el uso de marchas más cortas para contar con mayor capacidad de respuesta del motor si fuera necesario.
Intenta averiguar la dirección del viento
Detectar la dirección del viento resulta fundamental para que puedas reaccionar con más tiempo y acierto. Fíjate en las mangas de viento de las autovías o autopistas o en los árboles para averiguar desde dónde sopla.
No obstante, aunque no tengas puntos de referencia también resulta fácil saberlo. Si notas que al coche le cuesta avanzar más de lo habitual, significa que el aire te da de frente. Por el contrario, si el coche va más ligero quiere decir que el viento te está empujando
Estas situaciones anteriores no son tan peligrosas, pero tampoco muy habituales: la carretera tiene curvas y tu colocación respecto al viento va variando. Siempre estarás expuesto, en un momento u otro, al viento lateral (que puede hacerte perder el control más fácilmente).
En todo caso, lo más peligroso es el viento racheado, porque esos cambios de fuerza afectan constantemente a la estabilidad del vehículo.
Firmeza y suavidad al volante
Agarra el volante con firmeza y fuerza para que los cambios repentinos en la velocidad o dirección no se traduzcan en bandazos. A la vez, haz movimientos lo más suaves posibles, intentando corregir el empuje del viento con la dirección del volante.
Circula por el centro del carril
Cuando te toque conducir con viento, colócate con en el centro del carril y vigila el empuje lateral del viento. Si estás en uno de los dos extremos del carril, una ráfaga inesperada podría hacerte invadir el carril contrario o acabar en la cuneta. Pon especial cuidado en carreteras secundarias, que son más estrechas y ofrecen menos espacio para reaccionar.
Adelantamientos
Cuando vayas a hacer un adelantamiento el viento fuerte te lo puede poner difícil pues frenará notablemente la velocidad de tu vehículo cuando salgas de la protección del vehículo precedente. Ten en cuenta esto para calcular el tiempo que tardarás en realizar la maniobra pues no vas a poder aumentar la velocidad para hacer el adelantamiento tanto como en condiciones normales.
Si el viento es lateral, la cosa se complica todavía más, sobre todo si lo que quieres adelantar son autobuses o camiones.
Si el viento sopla por el costado derecho y adelantas al ponerte paralelo al vehículo que estás adelantando tu coche se acercara a éste como si te absorbiera. Además dificultará tu incorporación al carril derecho, ya que el viento te está empujando hacia la izquierda
Si por el contrario el viento sopla por la izquierda, al superar al vehículo te encontrarás con lo contrario, que el viento te empuja hacia el carril derecho
Túneles y puentes
Especial cuidado también cuando salgamos de un túnel pues mientras hemos circulado por él hemos estado protegidos pero cuando salgamos el viento nos va a sacudir. En los puentes también hay que extremar la precaución porque las corrientes de aire suelen ser mucho más inesperadas ya que estás mucho más expuesto
Ojo con los objetos inesperados
Ya sabemos que con fuertes rachas de viento pueden aparecer en la calzada objetos inesperados, desde contenedor hasta árboles caídos. Habrá que estar atentos
Los neumáticos
Los neumáticos siempre tienen que estar en buen estado pero en situaciones como ésta lo agradeceremos todavía más. Piensa que es lo único que te sujeta a la carretera. Revisa la presión y la profundidad del dibujo
Esperamos que estos consejos para saber cómo conducir con viento fuerte os sean útiles y los apliquéis llegado el caso 🙂